VICENTE RISCO EN PLENA KULTURKAMPF, SU ACTUALIDAD PARA LOS SIGLOS QUE VIENEN. Una introducción.
Por Dr. X. Carlos Rios
Cando
volva a haver um Risco, daquela Galicia volverá pensar.
Cando
haja outro Risco, Galicia terá ideas.
Cando
naza um home como Risco, Galicia descobrirá o Atlántico.
Cando
alguém seja Risco, Galicia se lembrará que é Galicia.
Mentres,
seguramente, os parvos de sempre quererám esquecerem que houvo um Risco.
Arturo Lezcano, In
Memoriam (1939-2019).
La lucha política no se puede mantener, no puede
sobrevivir y convertirse en esencia verdaderamente “revolucionaria”, sino le
acompaña una lucha paralela, en esencia sustentadora y permanente, concretamente
espiritual, por extensión, inequívocamente cultural. La política puede cambiar
estructuras externas de la sociedad y quizás pueda llegar a cambio de
pensamiento, pero cuando esto ocurre, debemos reconocer que la política
necesita perentoriamente de lo cultural, de la transcendencia interior de los
pueblos. Así Ortega y Gasset era visionario: “¿Se entrevé ya el enorme error
cometido al querer aclarar la vida de un hombre o una época por su ideario,
esto es, por sus pensamientos especiales, en lugar de penetrar más hondo hasta
el estrato de sus creencias más o menos inexpresas, hasta allí donde están las
cosas con que contaba? Hacer esto, fijar el inventario de las cosas con que se
cuenta, sería, de verdad, construir la historia, esclarecer la vida desde el
subsuelo” (pág. 22, Ideas, 1942). Sólo le atañe este papel, en su sentido
intelectual y transcendente a la lucha cultural, su Kulturkampf.
¿Qué es la cultura? No existe una definición de cultura de
manera uniforme (1), homogénea, igualitaria, universal. Existen varias
culturas: "Cada región del planeta caracterizada está dotada de un
sistema inicial de interpretación del mundo de la Historia y del Mundo de las
Ciencias de la Naturaleza" decía Otero Pedrayo, uno de los
grandes pensadores galleguistas, que junto a Castelao y Vicente Risco,
revolucionaron ("volvieron a hacer evolucionar") la cultura y
política gallega por sus verdaderos y naturales senderos.
Derecho y deber hacia la diferencia son las pautas de la
lucha cultural. Pero pongamos ya adjetivos a la cultura: ¿gallego-portuguesa,
catalana, castellana, española o bretona, aquitana, normanda o francesa? Los
Estados actuales, reconozcámoslo, son artificiales, productos históricos, hechos
consumados no de una cultura característica, sino imposiciones derivadas de
procesos históricos (inevitables por otra parte en su resolución), por la
fuerza (una herramienta más de las imposiciones, realidades evidentes en sí
mismas, constatables, resultados finales de unos determinados itinerarios
históricos), o la sobreposición de unas culturas sobre otras, sin respetar al
"perdedor" ni algo parecido. Estamos ante un "imperialismo
cultural" de Estado que substituye a una nación orgánica evidente, o eso
es lo que creemos desde una cierta ingenuidad ante las resoluciones históricas
incontestables, aunque no ajenas a la reflexión del pensamiento crítico, a
poder lo más constructivo posible.
La cultura española, si se entiende en su concepto
homogéneo y unitario, no existe sino en su rica diversidad que la hace singular
en Europa, integrada en su ajedrez, es una amalgama que el propio Estado han
creado a su imagen y proyecto político, por ende, cultural.
Si debemos poner fronteras naturales, éstas existen en las
naciones naturales vistas desde el pasado, obviamente: Galiza-Portugal Norte,
Catalunya, Castilla y País Vasco, lo demás son culturas dentro de otras
culturas. En Galiza las regiones por comarcas locales (parroquias germanas)
son culturas locales, espontáneas, que la Historia y la dialéctica las
convierte en gallegas, kurdas o catalanas. Saber exactamente dónde acaban y
comienzan no es importante, a no ser que caigamos en los esquematismos de la
intelectualidad supra-racionalista.
La cultura lo absorbe todo en su paso por la historia:
religión, costumbres, tradiciones, ideas e ideologías (diferenciemos de una
vez ambos conceptos…), filosofías, Arte, antropología cultural e incluso física
(ADN), la relación medio físico- naturaleza y hombre con sus relaciones
sociales. La política, como derivación de la ideología puesta en práctica se
tiene que adaptar a la cosmovisión cultural del pueblo donde va a actuar, si es
que respeta la cultural diferencial y su identidad, expresándose a favor
o a contracorriente del sistema, como ocurre hoy con el americano-centrismo o
el europeísmo de mercado neoliberal tipo Unión Europea, que nos domina por vías
directas o indirectas: multinacionales,
prensa, TV, propaganda comercial, modas, medios digitales, etc.
Sin la Kulturkampf, la política (¿Kulturpolitik
añadida?) no es natural ni viable a ser puesta en práctica, a no ser que se
sea un manipulador o sus dirigentes unos necios o irresponsables; entendida de
esa manera, la política deviene en intrascendente, manejable a las circunstancias
del momento, a presiones económicas y estrategias de los poderes en juego, con
intereses inmediatos de beneficios materiales o de prestigio internacional. Todo
esto es lo que nos explica el auténtico motor del galleguismo contemporáneo,
Vicente Martínez Risco.
Las
fuentes de pensamiento del intelectual ourensano son conocidas por todos
nosotros: O. Spengler, Herder, Savigny, Chamberlain, Schelling, Schelegel,
Novalis, Shopenhauer, Nietzsche, Gobineau, F. Renan, Fichte, autores clásicos
de la Teosofía (tema complejo donde los haya, por ejemplo R. Steiner, Roso de
Luna…), Eugenio D’Ors, Ortega y Gasset, E. Cirlot, Valle-Inclán, E. Pardo
Bazán, Yeats, M. Eliade, R. Wagner, entre los más destacables. Su ámbito intelectual,
de auténtica vanguardia, para salir de una ciudad- pueblo en el primer decenio
del XX como es Ourense, es amplísimo y creemos que no sobra este artículo de
introducción para enumerar sus aportaciones no sólo a la cultura gallega sino
también al ámbito español y europeo.
Era político (2) aún a su pesar, escritor de narrativa
gallega y castellana, Teatro, Crónicas de viajes, (recordemos una de sus
grandes obras para la lucha cultural, Mitteleuropa), prensas varias en
gallego y castellano (bilingüismo militante como pocos), mitólogo, etnógrafo
(su gran campo) folklorista, historiador y teórico historiográfico, lingüista,
teórico de literatura y pedagogía, experto en ocultismo-teosofía y
orientalismos varios…y seguro que algo más. Un ejemplo de “hombre del
renacimiento”, aunque muy centrado en su apreciadísima Edad Media.
Muchos afirman (y yo con ellos), que si Risco escribiese la
totalidad de su obra en castellano, hoy sería comparado a Ortega y Gasset
entre otros, sin embargo aún hoy es un autor "maldito" entre el
nacionalismo gallego de izquierdas (3) e incluso en una derecha herida de
muerte en su intelectualidad. No pocos buenos creadores y pensadores
galleguistas predominaron por estas tierras:
A. R. Castelao, Vilar Ponte, Otero
Pedrayo (homenajeado ya con menos bombo),
A. Losada Diéguez, Fsco. Viqueira, A. Cunqueiro, Álvaro de las casas ó Fl. López
Cuevillas y un largo etcétera, pero el "padre" de todos ellos, el
auténtico propulsor al sólo se le dedican (4) ciclos de conferencias y un
montaje de vídeo en 1983, en nada menos que su centenario. Nada parecido al "año de Rosalia"
en -1985- o al "año de Castelao" –1986-. Él, que resistió en su postura crítica hacia
la democracia parlamentaria con su corruptela de partidos y denunció la fuerza
con que el marxismo se apoderaba del ámbito intelectual-cultural y
universitario. Pero toda la "Geraçom Nós" resurge de este vacío y
contrasta con la falta de originalidad actual.
Con no poco esfuerzo podemos resumir el ideal de Risco en una serie de
puntos, a los cuales casi todo el grupo Nós se adhirió (5):
1) Sentimiento de toda una generación de cambiar,
volver a colocar la cultura gallega-portuguesa al puesto que le pertenece a
nivel España, Europa y universalidad.
2) Voluntarismo nietzschiano y etnicismo: "Tenemos una fe ciega, absoluta,
inquebrantable en la vitalidad y el genio de nuestra etnia, y más en la
eficacia de nuestro esfuerzo para llevarla al cumplimiento de su destino
glorioso".
3) Pluralismo ideológico: todas las líneas filosófico-políticas
confluían en una idea: Galiza y su recuperación material y espiritual, es
decir, cultural y transcendente.
4) Consideración del galleguismo (su nación)
como doctrina superadora de la diversidad ideológica y del concepto-estanco del
Estado: profundiza en las raíces de esa nación (el galleguismo es
atlantista y céltico), con tal de que pongan por encima de todo el
sentimiento de la Tierra y la raza, el deseo colectivo de superación, el
orgullo y la satisfacción de ser gallegos.
Está claro que en esto los galleguistas eran algo ingenuos; sin embargo,
dejan entrever su posición alternativa y tercerista en el marco de la lucha
política y ante dodo espiritual-cultural.
5) Universalismo, conquistando a través de lo
autóctono y diferencial. El nacionalismo
gallego nunca será localista, ni siquiera separatista, sino una proyección íntegra
de propia identidad.
6) Defensa de lo tradicional, lo original de
nuestra tierra, como ejemplo de nuestro dinamismo mental y autóctono (enjebre).
El posicionamiento intelectual del galleguista ha de ser desde la aristocracia
hidalga, la estructura social, natural e histórica gallega.
7) Línea directa con todos los pensamientos que ofrezcan algo enriquecedor al galleguismo siempre que no lo contradigan: literatura francesa (A. Rimbaud, S. Mallarmé, Verlaine, J. Péladan, Ch. Maurras, Proust, Gobineau), alemana (sobre todo), irlandesa, árabe, armenia o hindú fueron traducidas al gallego en la revista "Nós", su órgano de difusión. El orientalismo o la búsqueda de verdades transcendentales, a modo de comparativa enriquecedora no se puede rechazar de plano. Si ya estamos en la oscura “Edad del Hierro” de la civilización occidental, cabe descubrir Oriente, europeizar Europa… y España.
8) Importancia del
mito y del motor genético de la raza, que hace que aquel se exprese en la psique
a través de los arquetipos del mito al que pertenezca, como lo definía C. Jung
(ver la obra de Risco, Orden y Caos, 1968).
9) Una religión operativa, en este caso la católica, pero
dinámica y abierta a su versión exotérica/esotérica, buscando una actual
“mitología cristiana” que cambie el discurso, sin variar la ortodoxia y el
magisterio de la Iglesia, su dogma, abierta sin duda a lo que hoy llamaríamos “Nueva
evangelización” de Europa
Es
lamentable que la persona que introdujo a Tagore, a Spengler (se adelantó al
mismo con su obra Las Tinieblas de Occidente, 1912, ed. 1990), a H. Hesse,
que tradujo a J. Joyce (junto con O. Pedrayo), a Heidegger o a Keyserling, o
que predijo el descubrimiento de la tumba de Tutamkamón (antes incluso de
Howard Carter…), que discutían sobre la voluntad de poder desde muchos puntos
de vista (el de Risco, cristiano-céltico, pero sin ningún prejuicio sobre el
esto de las Tradiciones vivas) bien schopenhauerianos o nietzschianos, sea
desconocida para la mayoría de los que configuramos en unas coordenadas mal
llamadas de tercera vía.
Sus obras nos están esperando y Risco para empezar no
sería desaconsejable. Los lectores verían, atónitos, llamándoles la atención
que lo que hoy es la nueva derecha francesa (por ejemplo, pero que tampoco
estaría mal localizada en una “Revolución conservadora” de cuño germánico) no
es sino el desarrollo del galleguismo de los 20 llevado y desarrollado a la
ideología de finales del siglo XX y muy viva para en el XXI que profesamos.
Ramom Pinheiro definía así a Don Vicente:
"Guieiro
e supremo definidor que establecía as VERDADES OBJECTIVAS, valedeiras para
todos ou por todos aceptadas".
Dr. X. Carlos Ríos
Vicente Risco en el Reichstag Berlín,
1930, junto a Díaz Canedo.
NOTAS:
(1)
BUENO, Gustavo, El mito de la cultura, ed. Pentalfa, 2016. El punto de
vista del filósofo asturiano es complejo, como lo es en esencia la definición
de “cultura”. Se distingue aquí la cultura objetiva, la subjetiva, la “cultura
de Estado”, como valor supremo e idea política fundamental ¿el origen de la
idea de cultura”, Bueno lo tiene claro: “su génesis procede probablemente de
ideas anteriores no menos confusas y mitológicas. Particularmente, estudiando
en detalle cómo se produce la Idea de Cultura objetiva (que distinguimos, por
supuesto, de la idea de la cultura subjetiva, de la cultura animi, etc.).
Esta idea de cultura objetiva empieza a finales del siglo XVIII, en Europa, y a
lo largo de todo el siglo XIX. Es un invento de la filosofía alemana, y después
culmina este proceso en el Kulturkampf de Bismarck hacia 1870, y hoy día
se ha extendido absolutamente por todo el mundo, y es la idea, más o menos, por
confusa que sea, que sigue siendo una idea-fuerza determinante”. No tiene
apenas relevancia la cultura unida al volkgeist de un pueblo determinado,
sólo su manipulación política o la justificación de una nacionalidad para un
Estado-etnia/raza, ésta última definición-concepto, tocada de muerte desde el
final de la Segunda Guerra Mundial.
Muy
distinto es el significado de cultura (sus estudios de etnografía eran para el
orensano “cultura espiritual”) para Vicente Risco (Leria, 1933 in “Nós,
os inadaptados”): “Toda gran cultura xorde dun estado anterior en que os homes
vulgares, os hylicos, predominan e fan a historia. E xorde a gran cultura polo aparecemento se
non súpeto, polo menos imprevisíbel e debido a causas descoñecidas, dun fato de
almas egrexias, supernormais, de homes con espírito, que abesullan o
senso e crían a
protoforma daquela cultura.
Aquela cultura medra e ascende polo acrecemento progresivo do espírito,
ata que chega un punto en que o pulo espiritual, caracterizado pola fe, pola
inventiva, pola fantasía, pola ledicia, vai esmorecendo pouco a pouco, e o
talento, caracterizado pola razón raciocinante, pola crítica fría, pola regra e
a medida, vai montando por riba do espírito”.
(2) Escribe
el año de su ingreso (1919) en las Irmandades da Fala (traducción):
"Nosotros
no concebimos la política por la politica, la política misma o la política por
negocio. A la mayoría de nosotros nos da
cierta repugnancia: La aceptamos como se puede aceptar un vaso de agua
ardiente. Pero nuestra finalidad esta
siempre más allá de todo eso; es un sentido ideal de humanidad. Este deber nos impone el cultivo constante,
incansable de muestra originalidad nacional que es la que puede darles un valor
universal a nuestras creaciones, la que nos puede llevar a ser "CREADORES
DE UNA CIVILIZACION".
Otro
ejemplo: “Os homes pasan, uns atrás dos otros, e a terra queda…A terra vive
sempre” (Leria. A Coutada, ed. 1961-1990).
(3)
En un ejemplo de hace años, Suso de Toro llega a cuestionar el legado de V.
Risco al nacionalismo gallego y la galleguidad en general: https://elpais.com/diario/2007/07/29/galicia/1185704292_850215.html . La contestación de Arturo Lezcano no deja lugar a dudas:
https://elpais.com/diario/2011/03/25/galicia/1301051903_850215.html .
(4)
Es injustificable la censura de sus escritos tanto históricos como políticos.
En una reciente edición en varios volúmenes (7 vols. 1996-97, edit. Galáxia) de
sus “Obras Completas” (?) o mejor llamarlas “Incompletas”, los editores
(conocidos por todos por sus numerosos cargos públicos y responsabilidades en
el mundo de la “política cultural” gallega...) optaron por no incluir una de
sus obras mejor acabadas desde lo historiográfico, Historia de los Judíos
desde la destrucción del Templo (1944, 1ª edic.). Suponemos que la
considerarían de “mala orientación ideológica”.
(5) Compuesto en líneas generales el esquema
ideológico de Risco en "Nós", de Fernando Salgado.
RELACIÓN
BIBLIOGRÁFICA DE INICIACIÓN A VICENTE RISCO
Jesús DE JUANA, Aproximación al
pensamiento e ideología de V. Risco,
Deputaçom de Ourense, 1984.
Revista Grial dedicada a V.
Risco. Nº 86
(Outubro-Novembro-Decembro), 1984.
Fco. BOBILLO, El nacionalismo
gallego: V. Risco, ed. Akal, 1984.
Ramón LUGRÍS, Vicente Risco na
cultura galega, edit. Galáxia. 1963.
Nicole DULIN BONDUE, El Granito y las luces (vol. I), ed. Xerais, 1987.
Carlos CASARES, Arturo LEZCANO, Antón
RISCO, Para ler a Vicente Risco, ed. Galáxia, 1997.
Joaquim VENTURA, O nacionalismo
kármico de Vicente Risco, ed. Laiaovento, 2000.
Félix CASTRO VICENTE, Do doutor
Alveiros á Porta de Palla. O ocultismo na vida e obra de Vicente Risco, ed.
Dr. Alveiros-Fundazón Vicente Risco, 2020.
Vicente RISCO, Orden y Caos, ed.
Prensa Española, 1968
Vicente RISCO, Teoría Nacionalista,
edit. Arealonga, 1981
Vicente RISCO, Mitteleuropa,
edit. Galáxia. Vigo, 1984.
Vicente Risco, Leria, ed.
Galáxia, 1990.
Vicente Risco, Las Tinieblas de
Occidente, ed. Sotelo Blanco, 1990.
Vicente RISCO, Obras
Completas (7 vols.), edit. Galáxia. Vigo. 1996-97.
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