email contacto: awgaliza83@gmail.com

VICENTE RISCO PARA O SÉCULO XXI

 

VICENTE RISCO EN PLENA KULTURKAMPF, SU ACTUALIDAD PARA LOS SIGLOS QUE VIENEN. Una introducción.

 

Por Dr. X. Carlos Rios

 

Cando volva a haver um Risco, daquela Galicia volverá pensar.

Cando haja outro Risco, Galicia terá ideas.

Cando naza um home como Risco, Galicia descobrirá o Atlántico.

Cando alguém seja Risco, Galicia se lembrará que é Galicia.

Mentres, seguramente, os parvos de sempre quererám esquecerem que houvo um Risco.

Arturo Lezcano, In Memoriam (1939-2019).

 

 

    La lucha política no se puede man­tener, no puede sobrevivir y convertirse en esencia verdaderamente “revolucionaria”, sino le acompa­ña una lucha paralela, en esencia sustentadora y permanente, concretamente espiritual, por extensión, inequívocamente cultural. La política puede cambiar estructuras externas de la sociedad y quizás pueda llegar a cambio de pensamiento, pero cuando esto ocurre, debemos reconocer que la política necesita perentoriamente de lo cultural, de la transcendencia interior de los pueblos. Así Ortega y Gasset era visionario: “¿Se entrevé ya el enorme error cometido al querer aclarar la vida de un hombre o una época por su ideario, esto es, por sus pensamientos especiales, en lugar de penetrar más hondo hasta el estrato de sus creencias más o menos inexpresas, hasta allí donde están las cosas con que contaba? Hacer esto, fijar el inventario de las cosas con que se cuenta, sería, de verdad, construir la historia, esclarecer la vida desde el subsuelo” (pág. 22, Ideas, 1942). Sólo le atañe este papel, en su sentido intelectual y transcendente a la lucha cultural, su Kulturkampf.

    ¿Qué es la cultura? No existe una definición de cultura de manera uniforme (1), homogénea, igualita­ria, universal. Existen varias culturas: "Cada región del planeta caracterizada está dotada de un sistema ini­cial de interpretación del mundo de la Historia y del Mundo de las Ciencias de la Naturaleza" decía Otero Pedrayo, uno de los grandes pensadores galleguistas, que junto a Castelao y Vicente Risco, revolucionaron ("volvieron a ha­cer evolucionar") la cultura y políti­ca gallega por sus verdaderos y natu­rales senderos.

    Derecho y deber hacia la diferen­cia son las pautas de la lucha cultu­ral. Pero pongamos ya adjetivos a la cultura: ¿gallego-portuguesa, catalana, castellana, española o bretona, aquitana, normanda o francesa? Los Esta­dos actuales, reconozcámoslo, son artificiales, productos históricos, hechos consumados no de una cul­tura característica, sino imposiciones derivadas de procesos históricos (inevitables por otra parte en su resolución), por la fuerza (una herramienta más de las imposiciones, realidades evidentes en sí mismas, constatables, resultados finales de unos determinados itinerarios históricos), o la sobreposición de unas culturas sobre otras, sin respetar al "perdedor" ni algo parecido.  Estamos ante un "imperialismo cultural" de Estado que substituye a una nación orgánica evidente, o eso es lo que creemos desde una cierta ingenuidad ante las resoluciones históricas incontestables, aunque no ajenas a la reflexión del pensamiento crítico, a poder lo más constructivo posible.

    La cultura española, si se entiende en su concepto homogéneo y unitario, no existe sino en su rica diversidad que la hace singular en Europa, integrada en su ajedrez, es una amalgama que el propio Es­tado han creado a su imagen y proyecto político, por ende, cultural.

    Si debemos poner fronteras natura­les, éstas existen en las naciones natu­rales vistas desde el pasado, obviamente: Galiza-Portugal Norte, Cata­lunya, Castilla y País Vasco, lo demás son culturas dentro de otras culturas. En Galiza las regiones por comarcas lo­cales (parroquias germanas) son culturas locales, espontáne­as, que la Historia y la dialéctica las convierte en gallegas, kurdas o catalanas. Saber exactamente dónde acaban y comi­enzan no es importante, a no ser que caigamos en los esquematismos de la intelectualidad supra-racionalista.

    La cultura lo absorbe todo en su paso por la historia: religión, costumbres, tradicio­nes, ideas e ideologías (diferenciemos de una vez ambos conceptos…), filosofías, Arte, antropología cultural e incluso física (ADN), la relación medio físico- naturaleza y hombre con sus relaciones sociales. La polí­tica, como derivación de la ideología puesta en práctica se tiene que adaptar a la cosmovisión cultural del pueblo donde va a actuar, si es que respeta la cultural diferencial y su identidad, expresándose a favor o a contracorriente del sis­tema, como ocurre hoy con el americano-centrismo o el europeísmo de mercado neoliberal tipo Unión Europea, que nos domina por vías directas o indirectas:  multinacionales, prensa, TV, pro­paganda comercial, modas, medios digitales, etc.

      Sin la Kulturkampf, la política (¿Kulturpolitik añadida?) no es na­tural ni viable a ser puesta en práctica, a no ser que se sea un manipulador o sus dirigentes unos necios o irresponsables; entendida de esa manera, la política deviene en intrascendente, manejable a las circunstan­cias del momento, a presiones económi­cas y estrategias de los poderes en juego, con intereses inmedi­atos de beneficios materiales o de prestigio internacional. Todo esto es lo que nos explica el auténtico motor del galleguismo contemporáneo, Vicente Martínez Risco.

    Las fuentes de pensamiento del intelectual ourensano son conocidas por todos nosotros: O. Spengler, Herder, Savigny, Chamberlain, Schelling, Schelegel, Novalis, Shopenhauer, Nietzsche, Gobineau, F. Renan, Fichte, autores clásicos de la Teosofía (tema complejo donde los haya, por ejemplo R. Steiner, Roso de Luna…), Eugenio D’Ors, Ortega y Gasset, E. Cirlot, Valle-Inclán, E. Pardo Bazán, Yeats, M. Eliade, R. Wagner, entre los más destacables. Su ámbito in­telectual, de auténtica vanguardia, pa­ra salir de una ciudad- pueblo en el primer de­cenio del XX como es Ourense, es amplísimo y creemos que no sobra este artículo de introducción para enu­merar sus aportaciones no sólo a la cultura gallega sino también al ámbito español y europeo.

    Era político (2) aún a su pesar, escritor de narrativa gallega y castellana, Teatro, Crónicas de viajes, (recordemos una de sus grandes obras para la lucha cultural, Mitteleuropa), prensas va­rias en gallego y castellano (bilingüismo militante como pocos), mitólogo, etnógrafo (su gran campo) folklorista, historia­dor y teórico historiográfico, lingüista, teórico de literatura y pedagogía, experto en ocultismo-teosofía y orientalismos varios…y seguro que algo más. Un ejemplo de “hombre del renacimiento”, aunque muy centrado en su apreciadísima Edad Media.

    Muchos afirman (y yo con ellos), que si Risco escribiese la totalidad de su obra en castellano, hoy sería compara­do a Ortega y Gasset entre otros, sin embargo aún hoy es un autor "maldito" entre el nacionalismo gallego de izquierdas (3) e incluso en una derecha herida de muerte en su intelectualidad. No pocos buenos creadores y pensadores galleguistas predominaron por estas tierras:  A. R. Castelao, Vilar  Ponte, Otero Pedrayo  (homenajeado ya con menos bombo), A. Losada Diéguez, Fsco. Viqueira, A. Cunqueiro, Álvaro de las casas ó Fl. López Cuevillas y un largo etcétera, pero el "padre" de todos ellos, el auténtico propulsor al sólo se le dedican (4) ciclos  de conferencias  y  un montaje de vídeo  en  1983, en nada menos que su centenario.   Nada parecido al "año de Rosalia" en -1985- o al "año de Castelao" –1986-.  Él, que resistió en su postura crítica hacia la democracia parlamentaria con su corruptela de partidos y denunció la fuerza con que el marxismo se apoderaba del ámbito intelec­tual-cultural y universitario. Pero toda la "Geraçom Nós" resurge de este vacío y contrasta con la falta de originalidad actual.  Con no poco es­fuerzo podemos resumir el ideal de Ris­co en una serie de puntos, a los cuales casi todo el grupo Nós se adhirió (5):

 

1)   Sentimiento de toda una generación de cambiar, volver a colocar la cultu­ra gallega-portuguesa al puesto que le pertenece a nivel España, Europa y universalidad.

 

2)  Voluntarismo nietzschiano y etnicismo:  "Tenemos una fe ciega, absoluta, inquebrantable en la vitalidad y el genio de nuestra etnia, y más en la eficacia de nuestro esfuerzo para llevarla al cumplimien­to de su destino glorioso".

 

3)  Pluralismo ideológico:  todas las líneas filosófico-políticas confluían en una idea: Galiza y su recuperación material y espiritual, es decir, cultural y transcendente.

 

4)  Consideración del galleguismo (su nación) como doctrina superadora de la diversidad ideológica y del concepto-estanco del Estado: profundiza en las raíces de esa nación (el galleguismo es atlantista y célti­co), con tal de que pongan por encima de todo el sentimiento de la Tierra y la raza, el deseo colectivo de supera­ción, el orgullo y la satisfacción de ser gallegos.   Está claro que en esto los galleguistas eran algo ingenuos; sin embargo, dejan entrever su posición alternativa y tercerista en el marco de la lucha política y ante dodo espiritual-cultural.

 

5)   Universalismo, conquistando a través de lo autóctono y diferencial.  El na­cionalismo gallego nunca será localista, ni siquiera separatista, sino una proyección íntegra de propia identidad.

 

6)   Defensa de lo tradicional, lo original de nuestra tierra, como ejemplo de nuestro dinamismo mental y autóctono (enjebre). El posicionamiento intelectual del galleguista ha de ser desde la aristocracia hidalga, la estructura social, natural e histórica gallega.

 

7)  Línea directa con todos los pensa­mientos que ofrezcan algo enriquecedor al galleguismo siempre que no lo contradigan:  literatura francesa (A. Rimbaud, S. Mallarmé, Verlaine, J. Péladan, Ch. Maurras, Proust, Gobineau), alemana (sobre todo), irlandesa, árabe, armenia o hindú fueron traducidas al gallego en la revista "Nós", su órgano de difusión. El orientalismo o la búsqueda de verdades transcendentales, a modo de comparativa enriquecedora no se puede rechazar de plano. Si ya estamos en la oscura “Edad del Hierro” de la civilización occidental, cabe descubrir Oriente, europeizar Europa… y España.

 

8)  Importancia del mito y del motor ge­nético de la raza, que hace que aquel se exprese en la psique a través de los arquetipos del mito al que pertenezca, como lo definía C. Jung (ver la obra de Risco, Orden y Caos, 1968).

 

9) Una religión operativa, en este caso la católica, pero dinámica y abierta a su versión exotérica/esotérica, buscando una actual “mitología cristiana” que cambie el discurso, sin variar la ortodoxia y el magisterio de la Iglesia, su dogma, abierta sin duda a lo que hoy llamaríamos “Nueva evangelización” de Europa

 

    Es lamentable que la persona que introdujo a Tagore, a Spengler (se adelantó al mismo con su obra Las Tinieblas de Occidente, 1912, ed. 1990), a H. Hesse, que tradujo a J. Joyce (junto con O. Pedrayo), a Heidegger o a Keyserling, o que predijo el descubrimiento de la tumba de Tutamkamón (antes incluso de Howard Carter…), que discutían sobre la voluntad de poder desde muchos puntos de vista (el de Risco, cristiano-céltico, pero sin ningún prejuicio sobre el esto de las Tradiciones vivas) bien schopenhauerianos o nietzschianos, sea desconocida para la mayoría de los que configuramos en unas coordenadas mal llamadas de tercera vía. 

    Sus obras nos están esperando y Ris­co para empezar no sería desaconsejable. Los lectores verían, atónitos, llamándoles la atención que lo que hoy es la nueva derecha francesa (por ejemplo, pero que tampoco estaría mal localizada en una “Revolución conservadora” de cuño germánico) no es sino el desarrollo del galleguismo de los 20 llevado y desarrollado a la ideología de finales del siglo XX y muy viva para en el XXI que profesamos.

Ramom Pinheiro definía así a Don Vicente:

"Guieiro e supremo definidor que esta­blecía as VERDADES OBJECTIVAS, valedeiras para todos ou por todos aceptadas".


                                                                                                     Dr. X. Carlos Ríos

 

Vicente Risco en el Reichstag Berlín, 1930, junto a Díaz Canedo.

 

 

 

NOTAS:

(1) BUENO, Gustavo, El mito de la cultura, ed. Pentalfa, 2016. El punto de vista del filósofo asturiano es complejo, como lo es en esencia la definición de “cultura”. Se distingue aquí la cultura objetiva, la subjetiva, la “cultura de Estado”, como valor supremo e idea política fundamental ¿el origen de la idea de cultura”, Bueno lo tiene claro: “su génesis procede probablemente de ideas anteriores no menos confusas y mitológicas. Particularmente, estudiando en detalle cómo se produce la Idea de Cultura objetiva (que distinguimos, por supuesto, de la idea de la cultura subjetiva, de la cultura animi, etc.). Esta idea de cultura objetiva empieza a finales del siglo XVIII, en Europa, y a lo largo de todo el siglo XIX. Es un invento de la filosofía alemana, y después culmina este proceso en el Kulturkampf de Bismarck hacia 1870, y hoy día se ha extendido absolutamente por todo el mundo, y es la idea, más o menos, por confusa que sea, que sigue siendo una idea-fuerza determinante”. No tiene apenas relevancia la cultura unida al volkgeist de un pueblo determinado, sólo su manipulación política o la justificación de una nacionalidad para un Estado-etnia/raza, ésta última definición-concepto, tocada de muerte desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Muy distinto es el significado de cultura (sus estudios de etnografía eran para el orensano “cultura espiritual”) para Vicente Risco (Leria, 1933 in “Nós, os inadaptados”): “Toda gran cultura xorde dun estado anterior en que os homes vulgares, os hylicos, predominan e fan a historia.  E xorde a gran cultura polo aparecemento se non súpeto, polo menos imprevisíbel e debido a causas descoñecidas, dun fato de almas egrexias, supernormais, de homes con espírito, que abesullan  o  senso  e  crían a  protoforma  daquela  cultura.  Aquela cultura medra e ascende polo acrecemento progresivo do espírito, ata que chega un punto en que o pulo espiritual, caracterizado pola fe, pola inventiva, pola fantasía, pola ledicia, vai esmorecendo pouco a pouco, e o talento, caracterizado pola razón raciocinante, pola crítica fría, pola regra e a medida, vai montando por riba do espírito”.

 

(2) Escribe el año de su ingreso (1919) en las Irmandades da Fala (traducción):

"Nosotros no concebimos la política por la politica, la política misma o la políti­ca por negocio.  A la mayoría de nosotros nos da cierta repugnancia: La aceptamos como se puede aceptar un vaso de agua ardiente.  Pero nuestra finalidad esta siempre más allá de todo eso; es un sentido ideal de humanidad.  Este deber nos impone el cultivo constante, incansable de muestra originalidad nacional que es la que puede darles un valor universal a nuestras creaciones, la que nos puede llevar a ser "CREADORES DE UNA CIVILIZACION".

Otro ejemplo: “Os homes pasan, uns atrás dos otros, e a terra queda…A terra vive sempre” (Leria. A Coutada, ed. 1961-1990).

 

(3) En un ejemplo de hace años, Suso de Toro llega a cuestionar el legado de V. Risco al nacionalismo gallego y la galleguidad en general: https://elpais.com/diario/2007/07/29/galicia/1185704292_850215.html . La contestación de Arturo Lezcano no deja lugar a dudas: https://elpais.com/diario/2011/03/25/galicia/1301051903_850215.html .

 

(4) Es injustificable la censura de sus escritos tanto históricos como políticos. En una reciente edición en varios volúmenes (7 vols. 1996-97, edit. Galáxia) de sus “Obras Completas” (?) o mejor llamarlas “Incompletas”, los editores (conocidos por todos por sus numerosos cargos públicos y responsabilidades en el mundo de la “política cultural” gallega...) optaron por no incluir una de sus obras mejor acabadas desde lo historiográfico, Historia de los Judíos desde la destrucción del Templo (1944, 1ª edic.). Suponemos que la considerarían de “mala orientación ideológica”.    

 

(5)  Compuesto en líneas generales el esquema ideológico de Risco en "Nós", de Fernando Salgado.

 

 

RELACIÓN BIBLIOGRÁFICA DE INICIACIÓN A VICENTE RISCO

Jesús DE JUANA, Aproximación al pensamiento e ideología de V. Risco,

Deputaçom de Ourense, 1984.

Revista Grial dedicada a V. Risco.  Nº 86 (Outubro-Novembro-Decembro), 1984.

Fco. BOBILLO, El nacionalismo gallego: V. Risco, ed. Akal, 1984.

Ramón LUGRÍS, Vicente Risco na cultura galega, edit. Galáxia. 1963.

Nicole DULIN BONDUE, El Granito y las luces (vol. I), ed. Xerais, 1987.

Carlos CASARES, Arturo LEZCANO, Antón RISCO, Para ler a Vicente Risco, ed. Galáxia, 1997.

Joaquim VENTURA, O nacionalismo kármico de Vicente Risco, ed. Laiaovento, 2000.

Félix CASTRO VICENTE, Do doutor Alveiros á Porta de Palla. O ocultismo na vida e obra de Vicente Risco, ed. Dr. Alveiros-Fundazón Vicente Risco, 2020.

Vicente RISCO, Orden y Caos, ed. Prensa Española, 1968

Vicente RISCO, Teoría Nacionalista, edit. Arealonga, 1981

Vicente RISCO, Mitteleuropa, edit. Galáxia. Vigo, 1984.

Vicente Risco, Leria, ed. Galáxia, 1990.

Vicente Risco, Las Tinieblas de Occidente, ed. Sotelo Blanco, 1990.

Vicente RISCO, Obras Completas (7 vols.), edit. Galáxia. Vigo. 1996-97.

 

 Este artículo fue publicado en la revista Rebeldía nº 5, mayo 1988, de la autoría del Dr. X. Carlos Rios, “Perfiles: Vicente Risco", ampliado en 2021 ya con el título que encabezamos.

___________________________________________________________



O galeguismo do século XXI: Vicente Risco, foi uma palestra dada pelo professor J. Carlos Rios, entre janeiro e abril de 1987 na Faculdade de Geografia e História da Universidade de Santiago de Compostela, dentro das IIª Tertúlias que organizava o Equipo Revisionista Afonso X.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

IMAGINATION / INTRODUCTION IN EDORAS

IMAGINATION / INTRODUCTION IN EDORAS

“¿Por qué nos gustan los cuentos de hadas otra vez y vamos con “El Silmarillion” debajo del brazo? Porque estos libros míticos, que realment...